Sin embargo, aprovechando el puente pase a pagar y a comprar en algunas tiendas y mi sorpresa fue que la mayoría habían pasado de Halloween a Navidad en tan solo unas horas, era como si simplemente el día de muertos no existiera.

Entiendo que las tiendas son negocios y que tienen que preocuparse antes que nada por las ganancias, pero ¿hasta qué punto del consumismo hemos llegado ? Ahora, lo importante no son las tradiciones de nuestros antepasados, sino que vender y comprar se han vuelto nuestras nuevas tradiciones y que importan los significados ahora, siempre y cuando haya un presente de por medio.

No sé a ustedes, pero yo soy amante de estas fiestas, un tanto por el lado de los disfraces y otro poco por el misticismo que rodea las festividades, además de que siempre será lindo poder pensar que las personas que se nos adelantaron nos pueden acompañar unos días más.

Aunque tampoco estoy peleada con el Halloween,  de hecho, me fascina , la alegría, los niños pidiendo dulces y los maratones de películas de terror. Y como me enseñó Jack Skellington (The Nightmare Before Christmas) la Navidad también tiene su encanto.

Foto: elfinanciero.com.mx

  A pesar de mis quejas entiendo que todo esto de la globalización es un hecho, y que tiene tanto pros como contras, sin embargo, también es un hecho que podemos conservar nuestras tradiciones y hasta compartirlas con otros lugares del mundo, después de todo de eso se trata ¿no? Digo, no puede ser todo acerca de dinero, negocios y política, dentro de mi mundo "utopico" se trata de unión...