Libertad de manifestación

Por: Anna Sánchez

¿Han notado que últimamente hay varias marchas en una semana o incluso hasta en un día? Por más que digamos que son unos inconscientes y que no piensan en la ciudadanía no podemos ignorar que, aunque suene trillado es culpa del gobierno.

Foto: periodicosupremo.com.mx

Más y más personas se encuentran inconformes con su situación, y sí, vivimos en una "democracia", supuestamente nosotros escogimos a nuestros gobernantes, claro que la mayoría de las personas que conozco que votaron por Enrique Peña Nieto y por el PRI nunca pensaron que el gobierno sería así, supongo que creyeron en "el cambio".

Desgraciadamente el cambio solo fue para mal, ahora ya no hay asesinatos de narcotraficantes en los que salían muertos o heridos los civiles, ahora directamente los matan, total es fácil involucrar a un fotógrafo con el narco o a un grupo de estudiantes con el crimen organizado, si es cierto que no fue correcto que tomarán los camiones de esa manera, pero tampoco era forma de "enseñarles".

Tal vez las manifestaciones tampoco son forma de quejarnos, pero en un gobierno en donde al parecer los ciudadanos no tienen poder, quizás es nuestra única forma de ser escuchados. Una vez una persona me dijo “¿y para qué hacen tanto alboroto si ni caso les van a hacer?, y si tal vez tiene razón, pero por lo menos serán escuchados y su causa será conocida por los demás mexicanos, quienes probablemente tampoco hagan nada, pero seguro se quedará en su mente y con suerte influya la próxima vez que voten.

Foto: akifrases.com

Cada día nuestra sociedad sufre más, está más inconforme y se queja más, lo que tal vez no vemos por el enojo de llegar tarde a nuestros destinos, es que, ¡también hacen más!, es derecho del pueblo expresarse si no están de acuerdo con algo, así es que la próxima vez que se encuentren detenidos en el tráfico mentando madres a los manifestantes piensen que tal vez ustedes llegaran tarde al trabajo mientras ellos luchan porque tal vez ya no lo tienen, perdieron sus tierras, su casa o tal vez hasta a sus hijos. Es momento de alegrarnos porque el letargo está desapareciendo y por fin estamos luchando por nuestros derechos.

Estamos en pleno siglo XXI y desgraciada o afortunadamente nuestra única arma parece ser la libertad de expresión.