Hace
mucho tiempo aun existían personas dispuestas a pelear y a defenderse de
aquellos que los quisieran aprisionar, ponían resistencia y luchaban hasta el
final con el fin de conseguir su libertad. A pesar de la lucha que aquellas
personas emitían por su libertad siempre encontraban alguna manera de
apresarlas nuevamente.
Al principio estas personas Vivían en un lugar llamado
Tenochtitlán, ahí hacían uso pleno de su libertad; practicaban ritos y tenían
una forma de vida no usual. Pero un día llegaron barcos llenos de hombres
blancos con armas y una nueva visión de una utopía, desgraciadamente esta no
coincidía con la de los habitantes de Tenochtitlán por lo que hubo una gran
pelea en la que se disputaban el futuro de aquel lugar.
La batalla seguía día a
día, mucha gente moría y parecía que nadie tenía la intención de rendirse,
hasta que un día sucedió los habitantes de aquel lugar perdieron; y los hombres
blancos aprisionaron a Tenochtitlán, cada día más gente moría hasta que estos
se volvieron prácticamente sus esclavos. Les pusieron cadenas en los pies era
casi imposible que se liberan así que estos obedecieron ciegamente a los
hombres blancos.
El tiempo paso y cada día era peor aquellas personas sufrían
mucho y no se veía la hora de que esto acabara; para estas personas parecía que
todo estaba perdido hasta que comprendieron que nadie los podía aprisionar por
mucho tiempo, a menos que ellos dieran su consentimiento. Poco a poco
comprendieron que tenían que quitarse las cadenas de los pies para poder
caminar libremente, claro quitarse las cadenas no fue tan fácil ya que para
lograrlo tuvieron que iniciar una pelea. Así fue el 16 de septiembre de 1810
uno de esos hombres los llamo a la lucha para quitarse del todo las cadenas, muchos
acudieron a su llamado dando la vida por la libertad que merecían, la batalla
fue larga pero al final dio resultados gratos rompiendo esas cadenas y
dejándoles la victoria. Aquellas personas al fin tenían su independencia, pero
como era de esperarse alguien los quiso aprisionar nuevamente, desgraciadamente
lo consiguieron le pusieron cadenas en las manos y les taparon la boca para que
pudieran callar y soportar los abusos que vendrían.
Estas
trabajaban de sol a sol sin quejarse ya que pensaban que no podían pelear
contra ellos, no se veía mejora en su forma de vida al contrario con el tiempo
todo empeoraba hasta que un buen día se hartaron de esta forma de vida pensando
que no era eso para lo que habían luchado. La mentalidad que tenían en ese
entonces era luchar y luchar, gritar y no dejarse silenciar por nada ni nadie,
el problema es que solo lo pensaban y para hacer sus pensamientos realidad
necesitaban un pequeño impulso hacia lo que querían. Al parecer ese pequeño
impulso se tardaría en llegar pues, al que se atreviera a revelarse en ese
entonces era silenciado de una manera muy brutal pues eran mandados a matar; y
esta era una razón suficiente para quedarse callados trabajando injustamente.
Conforme pasaba el tiempo las esperanzas de que algo cambiara eran menores,
incluso se estaban acostumbrando nuevamente a la esclavitud, sin embargo su
espíritu de lucha seguía intacto solo era cuestión de que lo despertaran.
Así
en el año de 1910 un hombre alzo la voz, inspiro a su pueblo a luchar, a
quitarse aquellas cadenas de las manos y a poder hablar para así poder ser
libres nuevamente. Tal vez este sujeto no tomo un arma para pelear, su lucha
fue a través de papeles y leyes; pero aun así muchos lo siguieron de distintas
partes del país se levantaron en armas. Ni el poder ni todas las armas pudieron
seguir reteniendo el espíritu de lucha, de libertad, de sed de justicia de
todas estas personas que seguían luchando con un fin en común. Tal vez no todos
luchaban igual, las cosas para todos eran diferentes, pero aun así no se
rendían y buscaban la manera de poder colaborar en este movimiento. Vivir en
paz, tranquilidad y dignamente era un privilegio que no todos podían tener, un
privilegio que ellos estaban dispuestos a romper, sin importar cuánto tardaran.
En fin la lucha comenzó, la voz de un hombre hizo que de la nada surgiera gente
dispuesta a pelear si importar las posibilidades de ganar. Nuevamente pelearon
y volvieron a ganar pues su pelea era justa, estos pudieron quitarse las
cadenas otra vez y pensaron ya no tendremos más cadenas y nos tendrán que
escuchar porque ya no podrán aprisionarnos, no lo permitiremos.
Desgraciadamente estos hombres se equivocaron, pues sin darse cuenta los
aprisionaron nuevamente esta vez les impidieron pensar, sin dase cuenta volvieron
a ser esclavos. El tiempo pasaba y ellos obedecían órdenes sin darse cuenta de
la esclavitud a la que eran sometidos, algunos empezaron a pensar por sí mismos
y a darse cuenta de lo mal que estaba todo y así decidieron levantarse en armas
nuevamente.
Varios movimientos se levantaron contra el gobierno, sin embargo
esto no trajo más que problemas pues trataron de silenciarlos a toda costa.
Muchos murieron en la lucha, tratando de recuperar su libertad, recuperaron su
pensamiento pero eso les costó la vida, un arma les apuntaba siempre que
protestaban arrebatándoles la vida que tanto anhelaban. El tiempo pasó y esta
lucha quedo atrás con las otras peleas que habían tenido; estas personas se
llaman mexicanos y desde el principio supieron luchar por sus objetivos, poco a
poca aprendieron a alzar la voz para ser escuchados, aprendieron a trabajar
juntos luchando por fin común. Los mexicanos no se han dado cuenta de que los aprisionaron,
nuevamente esta vez les taparon los ojos pues no quieren que vean todo lo que
hacen para perjudicarlos, no quieren que vean que todo su esfuerzo anterior se
fue a la basura, no quieren que vean lo que hacen porque si no ven no se darán
cuenta de cómo los tratan, como se benefician gracias a ellos y poder burlase
de todo lo que hacen.
Siempre
es tiempo de que los mexicanos abran los ojos y se den cuenta de todo lo que
pasa a su alrededor, y con esto solo nos queda una pregunta ¿que pasara cuando
tú, mi mexicano abras los ojos?
TECHO,
TIERRA, PAN, EDUCACIÓN, SALUD, LIBERTAD, DEMOCRACIA. FIN.
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