Hemos llegado al mes patrio...Septiembre, el mes en que inició nuestra independencia, el mes es que se celebra el cumpleaños de Don Porfirio Díaz, el mes en que todo mexicano celebra una tradición, olvidando la esencia (como hace con todos los momentos históricos que definieron la historia de nuestro país).

Ante la creciente ebullición de patriotismo que genera este mes, me pregunto...¿Qué es ser mexicano? ¿Qué es lo que nos hace mexicanos? ¿Qué es lo que nos define como pueblo mexicano?

Recordando a Octavio Paz, Carlos Monsivais y otros ensayistas cuya principal preocupación fue definir el carácter del mexicano, llego a las siguientes conclusiones.

El mexicano se enorgullece de la riqueza de su historia, de la valentía de los hombres que alguna vez se levantaron en armas por defender a la nación, su patrimonio, sus ideales, su utopía. El mexicano se enorgullece de la inteligencia y potencial de Benito Juárez, de la valentía de Miguel Hidalgo y Morelos, de la audacia e integridad de Zapata y la hombría y entereza de Villa. El mexicano aborrece a los tiranos como Santa Ana (bueno, sólo los que pusieron atención a su clase de historia), a dictadores como Porfirio Díaz, a invasores como Maximiliano de Habsburgo (a pesar de que sus ideas eran liberales). El mexicano ama a sus héroes y odia a los traidores de la nación.

El mexicano aboca su filosofía nacionalista en la rememoración de la historia, el pasado es su fuente de orgullo y desprecio, ser mexicano es hablar de la historia como si fuera una leyenda inalcanzable, algo así como la tercera edad del señor de los anillos. Para el mexicano, los héroes nacionales son criaturas superiores, seres dotados de dones impresionantes, son semidioses que cambiaron el rumbo de la historia de nuestro país. Para el mexicano los héroes nacionales son los que hicieron grandes obras, los que tuvieron ideas geniales e innovadoras, los que lucharon a capa y espada mil guerras sin recibir algún rasguño. Para el mexicano los héroes se han extinguido, viven a la espera de la reencarnación de un gran líder revolucionario que los guíe a la liberación de los políticos opresores que, a causa de su gran maldad diabólica, son inmunes  a las protestas del pueblo (a pesar de que somos mayoría y somos los que, aparentemente, tenemos el poder del voto gracias a que somos un país democrático ¿?). Para el mexicano, la justicia social depende de la llegada de un héroe.

¿Eso es ser mexicano?
¿Ser seres pasivos, apocados por nuestra historia, oprimidos por nuestros políticos? A pesar de que nos neguemos a aceptarlo, nuestras acciones dicen más que nuestra argumentación.