Es bien sabido que el hombre a lo largo de las décadas ha ido implementando nuevas técnicas para la mejora de alimentos, en esto se incluye su calidad y su producción.
Un ejemplo muy claro tendríamos al maíz, el cual a lo largo de los años ha sido modificado manualmente para que el color sea uniforme, al igual que el tamaño sea de mayor tamaño, con la demanda de población se han tenido que usar otras técnicas para que su producción sea más grande y poder combatir dicha demanda, pero alguna vez te has preguntado ¿Cómo le hacen los agricultores para tener más plantas de maíz en tan poco espacio?
Es aquí donde recurrimos a la ingeniería genética y los avances biotecnológicos de las últimas décadas.
Hablar de alimentos transgénicos es un poco complicado, ya que como todo, hay personas que están a favor y otras en contra, es importante aclarar ciertos puntos y sobre todo abordar el tema para poder entrar a un debate justo.
Un alimento transgénico es todo aquel que ha sido obtenido a partir una participación directa o indirecta de seres vivos (animales, plantas e incluso microorganismos) que han sido manipulados genéticamente mediante la activación, inactivación o la supresión de genes que modifica su genoma (ADN).
Existen dos formas de obtener un alimento genéticamente modificado, las cuales se basan en la capacidad de las células para poder originar cualquier tipo de célula.
Una de las formas para obtener estos alimentos son la utilización de vectores en el cual se usan comúnmente los plásmidos, el cual es un fragmento de ADN que se encuentra libre en el citoplasma y le da características deseadas o específicas sobre todo a las bacterias, y de la cual la característica que mas destaca es que le confiere resistencia a ciertos antibióticos.
Otro método, es la transferencia directa del gen y el más utilizado es la biolística, el cual consiste en bombardear la célula con fragmentos del gen que se desea introducir.
Lo que la biotecnología trata de hacer con este tipo de alimentos es hacerlos más resistentes a plagas, climas, obtener un producto de mejor calidad en cuanto a sus características organolépticas (sabor, color, textura y olor), obtener alimentos más ricos en cuestiones nutricionales, pero sobre todo a una mayor producción.
Cuando estos productos se introdujeron al mercado hubo una gran polémica e incluso hay algunos países en los cuales se prohíbe la venta de estos alimentos (Francia), debido a que no se sabe a ciencia cierta las desventajas que podría traer al cuerpo consumirlos, pero sobre todo al medio ambiente.
Muchas personas han comentado en los debates que no somos dioses para modificar las cosas como se nos antojen y es aquí a donde entramos en una polémica, ya que según ciertas investigaciones de manera independiente han "demostrado" que los alimentos transgénicos son responsables de cáncer, alergias y nuevas enfermedades; por otro lado tenemos empresas dedicadas a la investigación y venta de dichos alimentos que aseguran su inocuidad y estabilidad a la hora de sembrarlos y consumirlos (Monsanto).
Es muy difícil poder ponerse del lado de los transgénicos, o de los alimentos no modificados genéticamente, ya que aun no se puede asegurar que dichos alimentos no causen daño a la salud del ser humano, debido a que no se cuentan con los recursos económicos y las investigaciones no son de meses, tienen que ser de años y no solo eso, tenemos que tomar en cuenta las condiciones ambientales en las cuales vivimos, tanto como hábitat y rutinas que marcan nuestras vidas para dar un resultado confiable.
Algunos ecologistas están en desacuerdo con los alimentos genéticamente modificados, ya que algunas semillas de estos llegan a sembradíos y los contaminan acabando así con la vegetación original (contaminación genética) y aparte de que la empresa Monsanto llega a cobrar una multa por tener alimentos de semillas que no les fueron comprados directamente (si, como todo, se llega a convertir en un monopolio) y no solo eso, te quitan las cosechas porque ya pertenece a su empresa.
Hay puntos buenos, como la manipulación para producción y mejora continua de los alimentos; pero también hay puntos malos, como los monopolios ya existentes.
Según la FAO (organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura, por sus siglas en inglés), para el 2020 se espera que la agricultura alimente a uno 8 mil millones de personas, de las cuales más de 840 millones de personas pasan hambres y 1.300 carece de agua limpia, muchas de estas personas viven en países en extrema pobreza y no hay forma de que accedan a una sana alimentación, mucho menos a las tres comidas diarias; sin irnos más lejos tenemos en México estados de suma pobreza como lo son Chiapas, Guerrero, Oxaca, etc...
¿Cómo será que nuestros agricultores encuentren la manera de alimentar a tantas personas, si todo un mundo se les opone para cumplir con su labor?
En lo personal, no estoy en contra de los alimentos transgénicos, tenemos que ver a un futuro donde los niños puedan ser alimentados correctamente y donde científicos puedan encontrar herramientas para abrir investigaciones al respecto y tener un panorama y alternativas más amplias para combatir el hambre, la pobreza y sobre todo la ignorancia.
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