En cualquier sociedad de cualquier parte del mundo existirán ciertas reglas morales que no se pueden quebrantar. Ya sea por cuestiones políticas, religiosas o culturales hay cosas que son consideradas tabú.

México no está exento de esto y hoy nos ocuparemos de algo que la sociedad mexicana se ha dedicado desde hace ya mucho tiempo a criticar severamente: los tatuajes.

Existen muchas teorías que hacen de ello un tabú. Estas teorías van desde que las personas tatuadas son personas de "dudosa reputación" pasando por cuestiones psicológicas (alguna vez escuché a un psicólogo decir que las personas que se hacen un tatuaje son personas inseguras), hasta llegar a las religiosas: "esas son cosas del diablo - con todo y persignada-.

Dicen los detractores que el tener un tatuaje es "de pandilleros, de delincuentes". Esto se debe en gran medida al estigma que han dejado en esta zona del mundo los famosísimos "Mara Salvatrucha" y que acorde a reportajes, por ejemplo, se tatuan una lágrima por cada persona que han matado.

Y no hablemos del problema que es encontrar un buen trabajo si tienes alguno eh, aunque afortunadamente ya son cada vez más las empresas que no discriminan este tipo de expresión. Sin embargo mientras que en nuestro México siempre lindo y querido apenas se está logrando paulatinamente este cambio, nuestros vecinos del norte llámense Estados Unidos o Canadá tienen otra perspectiva mucho más flexible respecto a este tema desde hace ya un buen tiempo.

Entonces, ¿a qué se debe esta actitud, esta forma negativa de pensar respecto a los tatuajes en México? ¿Cómo es posible que mientras en el antiguo Egipto el tatuarse era sinónimo de sabiduría, de madurez y que en los manuscritos de los viajes de Marco Polo, registró que en la cantidad de tatuajes que llevara una persona radicaba el respeto que se le tenía, de este lado del charco no podamos respetar que es nuestro cuerpo y nuestra decisión el hacerse o no, uno o todos los tatuajes que queramos? Si hasta el hijo predilecto de Juliantla, Joan Sebastian (qepd) ya lo decía: tatuajes de tus besos llevo en todo mi cuerpo...

Y ustedes, ¿de parte de quién están?