 |
| Obra de Takashi Murakami. Artista contemporáneo japonés. |
Alma Carbajal G.
Más allá de los horrores de la guerra, de lo que comprendemos sobre los sucesos que han marcado nuestra memoria, se encuentra el ser humano desnudo, sin color, ni nacionalidad, sin intereses políticos o económicos, ahí, es donde reside la paz, sin importar de donde provenimos.
A unos días de conmemorarse el ataque nuclear en Japón (6 y 9 de Agosto) sentimientos opuestos, aún confusos, por las personas que actualmente sobrevivieron a esta masacre
post – apocalíptica, de la cual no mantienen una postura en muchos de los casos, de odio, sino de resentimiento e indecibles impresiones en la comprensión de este hecho; la empatía que genera está ligada indudablemente a nuestro sentido de humanidad. A esta altura muchas de las nuevas generaciones, hablando tanto de un lado de la trinchera como del otro, han olvidado este ataque; queremos creer que tanto estadounidenses como japoneses, se informan de los sucesos históricos que marcan su nación, y que son ellos quienes con una visión más abierta a este nuevo siglo, buscan sanar prejuicios y convencionalismos, dándole a su país una nueva oportunidad ideológica.
El factor del olvido momentáneo, no es para dejar de lado
la tragedia, es para aprender de ella, en este sin olvido conjuntado con lo que se vive en la actualidad, se da paso a la búsqueda de una opinión más individualista que lo que la mayoría piensa sobre la guerra en general – y aquí se podrían mencionar muchas masacres, genocidios, abusos, auto ataques, en fin, la lista sería enorme, y el alma en mi opinión no encontraría consuelo humano ante tanta barbarie – hay personas que ven la paz, el cese al fuego, como una amenaza más grande que la bomba misma, porque esta idiosincrasia, es transmitida y está conformada muy por encima del sentido de conservación o sobrevivencia, es el aire de la libertad plena, sencilla, desinteresada, abierta a la hermandad que es la única vía, que podría salvarnos de nosotros mismos.
Son un tanto complejos los albores de la convivencia humana, la frase “cada cabeza es un mundo”, raya en lo repetitivo, sin embargo tiene razón, aquí no se genera una labor de convencimiento, se desea por parte de todos, enlazar el concepto de unidad, transmitido desde hace millones de años, para originar una evolución y existencia trascendentalistas.
Japoneses, Estadounidenses o Mexicanos, cualquier persona de otra nacionalidad, quiere vivir en cordialidad y crecer como seres humanos. Las guerras se han visto como forma de poda para la sobrevivencia del planeta, necesaria ante otros factores como la sobrepoblación. ¿Entonces qué pasa con los dirigentes del planeta, acaso buscan introducirnos en idea de esclavitud perfecta, en donde nuestra libertad se tira al azar sin darnos cuenta; y en los años que siguen, están en la trama precisa para optimizar una tercera guerra mundial en la que sus intereses no sean afectados?
El futuro es un espejismo en donde la cara de la aflicción se refleja en todos los rostros, llenándonos de un terror inmenso, de una posibilidad que aún no ha sucedido, y que no sabemos si llegara a pasar, es la premeditación de este miedo el que nos tiene cercados, amedrentados, no las balas, ni la idea de que la guerra llegue a nuestra nación, son los ideales mancillados los que nos tienen acusados como animales enjaulados, esperando una sentencia invisible.
El dolor nos hace humanos, en tanto, el amor nos hace creer que la humanidad es invencible. Al final del trayecto vivencial, no pueden pasar desapercibidos los vuelcos del corazón, en nuestro espíritu, buscamos a su vez la manera de continuar existiendo en la conciencia de quienes más amamos.
La guerras en mayo ro menor medida continuaran, conflictos habrá siempre como pan caliente; tomemos la batuta de generar paz en la propia conciencia.
Aquí les dejo un vídeo animado sobre la historia de una superviviente de Hiroshima, de parte de la BBC MUNDO: http://prodigy.msn.com/es-mx/video/noticias/el-poderoso-testimonio-animado-de-una-sobreviviente-de-la-bomba-de-hiroshima/vi-BBlpvrc
Japoneses, Estadounidenses o Mexicanos, cualquier persona de otra nacionalidad, quiere vivir en cordialidad y crecer como seres humanos. Las guerras se han visto como forma de poda para la sobrevivencia del planeta, necesaria ante otros factores como la sobrepoblación. ¿Entonces qué pasa con los dirigentes del planeta, acaso buscan introducirnos en idea de esclavitud perfecta, en donde nuestra libertad se tira al azar sin darnos cuenta; y en los años que siguen, están en la trama precisa para optimizar una tercera guerra mundial en la que sus intereses no sean afectados?
El futuro es un espejismo en donde la cara de la aflicción se refleja en todos los rostros, llenándonos de un terror inmenso, de una posibilidad que aún no ha sucedido, y que no sabemos si llegara a pasar, es la premeditación de este miedo el que nos tiene cercados, amedrentados, no las balas, ni la idea de que la guerra llegue a nuestra nación, son los ideales mancillados los que nos tienen acusados como animales enjaulados, esperando una sentencia invisible.
El dolor nos hace humanos, en tanto, el amor nos hace creer que la humanidad es invencible. Al final del trayecto vivencial, no pueden pasar desapercibidos los vuelcos del corazón, en nuestro espíritu, buscamos a su vez la manera de continuar existiendo en la conciencia de quienes más amamos.
La guerras en mayo ro menor medida continuaran, conflictos habrá siempre como pan caliente; tomemos la batuta de generar paz en la propia conciencia.
Aquí les dejo un vídeo animado sobre la historia de una superviviente de Hiroshima, de parte de la BBC MUNDO: http://prodigy.msn.com/es-mx/video/noticias/el-poderoso-testimonio-animado-de-una-sobreviviente-de-la-bomba-de-hiroshima/vi-BBlpvrc
No hay comentarios:
Publicar un comentario