Mark Twain decía: "Cuando te encuentres del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar".
La vida post moderna parece gritar esta enmienda (gritar, no ejercer), y es que los jóvenes ponen el acento en la diferencia, todos buscan una "identidad propia", todos quieren ser diferentes, todos quieren ser chingones, cabronas u otra obscenidad ensalsada de orgullo.

Pero, ¿Qué es ser diferente?
Ser diferente es ir contra lo común, es hacer algo que te distinga del resto, es transgredir los cánones de la normalidad.
Antes la gente quería ser auténtica, ahora sólo quiere diferenciarse del resto.

En realidad no es que queramos diferenciarnos del resto, sólo queremos parecer diferentes, especiales, únicos... a pesar de que consumimos una serie de productos para "adquirir" categoría, elegancia, diversión, etc. que también consume el resto de la población mundial para ser "diferentes" o no ser iguales a los que quieres ser iguales y ser iguales a los que no quieren ser iguales... ¿?

Esto es confuso, y hasta contradictorio, pero creo que ahí radica uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. el egoísmo que se deriva de la egolatría.

Ser diferente es hacer la diferencia, no decir que piensas diferente o publicar frases de autores con  nombres tan raros que no se pueden pronunciar.

Hacer la diferencia es coger la mano del otro y comenzar a trazar un camino distinto, no votar por un  candidato independiente.

Trazar un camino distinto es trabajar en equipo para sentar las bases de una sociedad justa, en equilibrio con la naturaleza, donde impere el respeto hacia todo ser vivo; no hablar de una sociedad utópica a tus amigos intelectuales mientras toman vino tinto.

Ser diferente es hacer la diferencia, y hacer la diferencia es hacer de esta sociedad un mejor lugar para estar con los demás.